Atelier Couture, un regalo para los sentidos
Hace unos días, tuvimos la suerte de acudir al Palacio Fernán Nuñez de Madrid para disfrutar de Atelier Couture, todo una experiencia para los sentidos, que celebraba su tercera edición.
Recibimos la invitación de nuestro querido Isaac de Noquiero.es, y aunque teníamos mucho trabajo no quisimos perdernos la ocasión de ver la colección de Juana Rique, todo un descubrimiento, y hoy queremos dedicar este post a lo que allí vivimos y a su colección.
El palacio es impresionante y estaba todo perfectamente organizado, nada más llegar visitamos la exposición de Joyería Suarez, donde te enseñaban en directo la creación de uno de sus últimos diseños.
Tras charlar un ratito con la encantadora MJ de Joyería Suarez, continuamos conociendo rincones del Palacio, y pudimos ver la puesta en escena de Pedro Navarro, empresa dedicada a la decoración integral de espacios que aporta las posibles necesidades estilísticas. Pensacola Red, maravilloso taller floral situado en Madrid, realizó un despliegue de flor de almendro y olivo creando una atmósfera mágica.
Y llegaba el momento del desfile, un gran backstage visto, situado en un espacio privilegiado. La peluquería a cargo de ghd creó, de la mano del gran equipo de profesionales de Oui Novias, los looks de tendencia de moda nupcial .
Y llegaba el momento de ver en escena la colección que nos tenía preparada la firma gallega : Juana Rique, que es el resultado del trabajo de Ana Verde –economista especializada en marketing y finanzas, quien fundó la firma en 2002–, de su hermana María Verde –diseñadora, estilista y patronista al frente del atelier– y de Pilar Santiago: filóloga, políglota y experta en comunicación y RR. PP. La esencia de la firma es recuperar el alma de los oficios artesanales
Una colección en la que la mujer extiende la mano y el roce casi imperceptible de un plisado de organza rasgada la estremece y revela un espacio, como si en el tránsito de la suavidad y la levedad del tul a la precisión absoluta del bordado se abriese una puerta por la que transitasen los acordes de un piano que pulsan la vida asombrándose de su vibración. La nitidez del hilo de plata traza la voluta de una flor en la que duerme una perla y es el detalle mínimo, esa delicadeza, lo que hace brotar una lágrima que queda suspendida en su ligereza de brillo y transparencia.
En la tensión que el hilo traza sobre la organza cree ver sus pasos firmes sobre la tela infinitamente bella del tiempo y allí se condensa un instante que se quiere eterno, que es frágil y transitorio como una voluta de humo o un jirón de niebla, pero infinito en su autenticidad y su belleza.
Y entonces basta ese instante para saber que es precisamente aquel el que la contiene y expresa, que podría habitar en él y ser, más que nunca, ella porque en su inmaterialidad de humo y niebla, aquel vestido tiene su fuerza.
Muchas Gracias a la firma Juana Rique y a Noquiero.es por permitirnos contemplar y acariciar tan bello trabajo.
Marta